“un cuento corto que trata la
Historia de un gato ‘siamés’”
Era extraña la tarde, mientras el agua corría de aquel río, se formaban nubes negras se avecinaba un aguacero. Se veían cortinas de agua al otro lado de la acera y, (sucede este fenómeno de que en la misma colle llueve sólo de un lado y del otro no) entre mi calle y la contigua estaba un gato me parecía fino seguro que era siamés; no pude evitar la carcajada –jajajaja- jugaba mojándose la cara a veces se veía molesto y peleaba con ella (en su dorso y la cola ni una gota le caía)
Me aproxime sigiloso para no espantarlo, él ni por enterado. Y por las circunstancias le llamé “travieso”; pero tenía que atraparlo primero, entre paso y paso hacía un alto pero, él seguía entretenido aderezado con las bobas gotas de lluvia que caían en su rostro que a la vez con la luz de aquella tarde su carita y bigote iluminaban.
De una zancada logré pescarlo de la cola, -a dónde vas- le dije con voz dócil pero él se defendió y me puso un zarpazo…. Miauuuuuuuuuu. Aún así no lo solté sin embargo mi dedo pulgar sangraba. Traté de calmarlo acariciándole suave con la mano izquierda el lomo. Siguió la lucha y repitió la acción; ahora sí no pude evitar gritar ¡hay cabrón…! Me sentí lastimado moralmente porque fue en el mismo dedo. Entonces usé la fuerza, le sujeté las patas y el hocico, asimismo me dirigí a mi casa que estaba en la otra acera que por lo visto sufría sequía en esa tarde.
Así empezó la amistad entre este pequeño micifuz y su servidor; les confieso que he tenido muchas mascotas para no sentirme tan solo ya que no es bueno; entre ellos han sido de la raza canina pocos felinos… entre los pocos éste que palabra que me ha costado trabajo convencerlo, ¡sí…! Ya lo sé hay que untarles manteca en el hocico, según esto. He de decirles que muchos no volvieron ¿y saben por qué? Me resultaron novieros, las gatas como los asediaban.
Yo recuerdo, cuando fui joven también era bien ga… eeeee, no disculpen eso no tiene nada que ver con mi cuento, este corto cuento de mi pequeño travieso y yo. Volviendo les decía entramos a casa, cerré la puerta de un portazo (zassss) Nunca lo hubiera hecho se espantó tanto que se me soltó como pudo y al brincar se prendió de una de las cortinas de la sala, -mi favorita- que haces carajo baja de ahí, -exaltado le reprendí-
Se me prendió el foco, me encaminé a la cocina (que ustedes comprenderán que estaba hecha un desmadre, de un hombre soltero que esperaban) busque un traste, un tanto complicado pero lo encontré, asimismo abrí el refrigerador y dio la casualidad que sí había leche la cual calenté previamente en la estufa por escasos minutos sólo para templarla la cuál serví en aquel traste que encontré.
Ven Travieso le dije, él al ver la leche corrió –seguramente que aún su nombre no se aprendía pero tenía hambre de eso no me cabe la menor duda- mientras se acababa con desesperación ese líquido blanco llamado leche yo, me apresuré y le preparé una camita con una caja y una cobija en la cocina.
Me le quedé viendo con la cara de idiota que hace uno para hacer sonreír a un bebe; entonces explayé más tranquilo aunque un poco inquieto por mi cortina desgarrada,
-mira travieso (señalándole la caja) esa va hacer tu camita
cuando termines de comer te vas a recostar ahí-
Parece la mera verdad, creo que me entendió, así lo hizo camino con una hueva y se recostó entonces; subí a mi recámara prendí la tele en el canal cuatro, para ver algún churro de película mexicana pero… me ganó el sueño. Pero el tiempo era malo, las nubes negras ya cubrían toda la colonia ya no caían sólo gotas de agua si no granizo, se oía como golpeaban en las ventanas. De súbito un méndigo trueno exalto a Travieso que subió las escaleras para buscarme. Ya para entonces estaba yo, en el quinto sueño.
Se metió entre las cobijas y se acomodó entre mis piernas, ustedes saben que uno dormido ni se entera de nada. No pude evitarlo se me salió un aire que hasta la cobija se elevó; como sería de fuerte que el pobre corrió y se acostó cerca del buró, inclusive desperté creí que había sedo un retumbo. Pero es fin con el tiempo poco a poco me encariñé con él. Pasaron meses y fue creciendo y con él sus travesuras, había veces que hasta sin comer me dejaba.
Pero un día dejé la ventana de mi habitación abierta él estaba recostado en el tálamo en eso se paró un pájaro exactamente en el borde de la ventana , ¡claro…! Era de esperarse él se puso en posición de ataque; posiblemente fue mi culpa, salía del baño cuando vi la acción entonces grite de improviso ¡no…travieso déjalo! El pájaro voló, a su vez el corrió y se abalanzó al vacío, no pude evitar la caída de Travieso. Son dos pisos, es cierto ellos tienen agilidad pero cuando hay de donde detenerse, de mi ventana para abajo no hay nada sólo un inverneradero de la vecina que le encanta cultivar flores con muchas espinas (de todos tamaños)
Cuando bajé era tarde. Que les puedo decir, la voz se me quiebra al recordarlo, su muerte fue instantánea ¡yo fui el culpable…yo! ¡Yo lo maté! Por eso quise brindarle con este corto cuento un homenaje. Una espina se le clavó en la garganta no había nada que hacer.
Esta es la pequeña y la única historia de…¡Travieso!
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2010 a las 10:30
- Comentario del autor sobre el poema: EN POCAS OCASIO9NES ME DOY A LA TAREA DE ESCRIBIR UN CUENTO, EN ESTE CASO ES CORTO, DIVERTIDO Y CON UN FINAL TRISTE... ESPERO SEA DE SU AGRADO UN SALUDOS A TODAS (OS) DE POEMAS DEL ALMA.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 263
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Jacobo "el poeta irreverente", FELINA, Elo, CHARLES RIVERS, Mayra Garcia
Comentarios9
me pongo de pie para aplaudir aquel escritor, que aunque su corazon llora de dolor, sin encontrar una explicacion, yo le extiendo un abrazo por que a un lector lo lleva a la imaginacion... riste y conmovedor, siento mucho lo que paso.
miauuuu!!!!!!!!!!!!!!!!! poeta muy bueno tu cuento del gatito siamés,
pero el consuelo que queda que mientras estuvo contigo le distes afecto y el lo devolvió... sentido..pero muy bueno, y la imagén me encantá dan ganas de acariciarla, besos
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Amigo, no puedo evitar derramar lágrimas de melancolía, con sólo leer tu historia yo ya estaba queriendo ese minino, no te imaginas como me duele la muerte de tu gato, fuere cual fuere, yo a esos mininos los adoro quizas sea una enfermedad que tengo.
me encantó tu historia jacobito...yo tambien tuve dos gatos siameses, son hermosos con esos ojos tan azules.
Recibe mis abracitos.
Sergio, me devoré de ansiosa el cuento, que por tratarse de animalitos, ya me atrapa y a la vez, me recordó tanto esas cosas que yo hacía de niña, siempre encontraba algún pequeñín para llevar a casa, perritos, gatitos, palomitas caídas de árboles, jajajaja , como me gustó tu cuento ¡hasta que dejó de gustarme! ¿Por qué lo tenías que terminar así? Si solo es un cuento, tendría que haber tenido un final feliz. Ah, pero si no lo fuera, y esto te sucedió de verdad, no te culpes por ello, el gatito actuó por instinto…y tu también, tu quisiste salvar ese pajarito, y no quisiste que eso le sucediera al gatito.
Muy bueno lo que nos dejas hoy, amigo, me regustó.
Mi cariño para ti.
Diluz
Me ha encantado, mi gato tambien cayó de un segundo piso pero no le pasó nada, me llevé un susto...
Nunca abro del todo las ventanas desde aquel día,...
Que simpático cuando durmió contigo... Uno tambien duerme conmigo, a veces me traiciona y se cambia para otra cama, yo le llamo traidor...
esquirol, .....cambia chaquetas....
Pero para dormir siempre viene primero junto a mi aunque luego me cambie, claro, ahí viene el problema.
Bueno, me ha encantado tu cuento.
Adoro los gatos. Un saludo y un abrazo.
bonito cuento amigo, bella forma de relatarlo,
me gusto aun que el final es triste, pero todo
muy bien, un abrazo.
Pobre michi! A veces una vida se da por otra, quizás el pajarito aun esté volando en tu ventana. Prefiero tomar tu cuento como metáfora así apena menos.
Muy bueno Sergio, son dotes de escritor, más allá del poeta.
Besos.
es solo cuento o es veridico porque me pareció tan real....
te felicito
yo hace poco adopte un gato que estaba bajo la lluvia,solo que el estara a salvo vivo en una casa .ja ja ja
te felicito amigo Sergio un gran abrazo para vos.
Que hermoso cuento mi querido Sergio Jacobo, lo has narrado muy bien, muy entretenido y simpático...El tiempo que tuviste con Travieso fue muy bonito, lo gozaste desde que lo encontraste y te hizo feliz, el final me pareció muy triste, pero sabes tú no tienes porque sentirte culpable de lo que le pasó, fue inevitable...El que hayas dejado la ventana abierta no te hace culpable y el hubiera no existe, ni modo así es la vida, uno no sabe cuándo ni dónde va a terminar...Hermosísimo homenaje a tu querido Travieso...
Felicitaciones...Tu cuento encantador...
Un beso.
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