La mirada, contra la mirada y dos bocas calladas
tomados de las manos, los enamorados
en una calle cualquiera
donde la noche gana en sombras.
Ella apenas mujer, con ojos de mar
trataba sin palabras, retener la vida
mientras
su amante dice irse a buscar destino
escapando a la muerte del no hacer.
Él, ya hombre sin presente
rasga el alma en dos
para dejarle algo
en ese beso que termina en llanto.
Al amanecer habrá partido
más allá del mar
se habrá ido por fortuna
demasiado lejos
donde no estarán los dos.
En esa calle oscura
todo los ignora
solos, temen separarse
y el abrazo es amar.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2016 a las 11:09
- Categoría: Amor
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., anbel, NCATRAM
Comentarios2
Precioso. Un abrazo.
Te agradezco.
Te saludo con aprecio.
Esteban
Triste, pero hermoso. Parece una pintura que deja reflejar un momento.
Un abrazo amigo, con el deseo de disfrutar mañana un día más tranquilo.
Las despedidas son tristes, son recuerdos que al menos yo llevo en el ADN. Mi abuelo paterno, dejó su Galicia natal, en la esperanza de liberarse, ante una situación conflictiva.
LLegó al puerto de Buenos Aires, solo vestido con sus ropas de seminarista.
Ves, una brevísima historia de amor, quizá de mi primer personaje.
Mañana, será mejor, seguramente con una mayor experiencia, para no decir viejo.
Un abrazo esperanzado
Esteban
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