Por entre esas estamos,
por entre esas,
por entre esas viejas
hendiduras del alma,
por entre esas resecas
rendijas del tiempo,
se escurre
mi vida azarosa
de nobles desastres,
de importantes chascos,
de ilustres catástrofes
y de sonados fracasos.
Y no logro contentar
a la razón estándar.
Y no logro encauzar
ese difícil y misterioso
arte de vivir
subido
en el alambre.
Desconozco todo lo dado
por conocido.
Dudo de todo lo que
ya está confirmado.
Atento contra la credibilidad
del más alto mandatario.
Puedo razonar con un árbol,
con un río camino del ancho mar
o con un niño aún libre pensador,
pero no con el hombre conformista
atravesado de prejuicios.
Y cuando muera
sólo querré saber
si el planeta Tierra,
con su Luna que me ganó
al póker aquel aciago día,
sigue orbitando
ajena al hombre
en derredor de un sol
sobremanera abrasador.
- Autor: luno ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2016 a las 02:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Mauro Enrique Lopez Z.
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