Tu aroma aun se mantiene en mi piel, como esporas de amor desprendidas de tu flor.
Dejarte fue mi mayor pesar en esta vida ¡Oh hermosa primavera, tierra bendita, lugar añorado!
En ti florecí, crecí y eche raíz, me enseñaste a hablar y compartiste todo lo que abarcabas por igual.
Sin discriminación me trataste, me diste todo tu ser y por ello todo mi ser fue y siempre será tuyo.
Pero tu bondad no conoce limites y se la diste a rufianes por igual.

Abriste tu puerta a pueblos inmigrantes de todos los rincones de este mundo devastados por guerras en esquinas quebradas.
Brindando oportunidades por igual a todos nos que acogiste.
¿Cómo te tratamos mi hermosa doncella? ¡¿Como pagamos tu amor ágape sin igual?!
¡Tu primavera bendita, Tierra prometida, eterna primavera! No somos merecedores de un gramo de tu ser.
Manchamos tu piel con sangre y codicia, devastamos tu cabellera con humo y colilla, violamos tu cuerpo con corrupción y malicia.
Pero nunca te quejaste, nunca vacilaste y tu corazón abierto para nosotros siempre se mantuvo.
Arrancamos tus pétalos y cortamos tus raíces, pero como flor silvestre terca en morir te mantuviste en el infierno que nosotros te trajimos ignorantes de nuestra idiotez.

Derruimos tus ropajes con ciudades y barriales.
Con baja cultura y pensamientos destructivos manchamos tu inmaculada piel, pero aun así no te quejaste.
Construimos sistemas destructivos aprovechándonos de tus riquezas, cavando hoyos en tu carne hasta llegar a tus huesos para el sustento de nuestra embriagues de poder y vicios, pero aun así nunca te cerraste, nunca te quejaste, nunca nos odiaste.
Y cuando ya no podías más, cuando ya no te quedaba nada más que dar aparte de tu amor, nosotros hablamos de lo mal que nos trataste, de lo poco que nos valoraste y emprendimos una migración de tu seno en búsqueda de nuevos horizontes, dejándote deshojada y triste ante la barbarie de nuestra casta, de nuestra sangre.

Soy un cobarde, no protegí lo más hermoso por miedo de reconocer y responder por lo que mis ancestros construyeron.
Negarte duele más que la muerte, por eso no puedo negarte, negarte es morir, mi hermosa y deshojada primavera.
mi alma gemela, mi madre y consejera.
Pero soy egoísta, soy mezquino y arrogante, soy lo que soy, por qué tuve una madre demasiado benevolente.
Quizás tu error fue ser tan buena, quizás tu error fue tu pureza.
Nosotros, tu pueblo, tus hijos, maltratamos lo que no sabíamos que era una bendición.
Y ahora en esta migración, al ver atrás en el tiempo, estoy empezando a comprender, solo un poco, solo en parte, lo hermosa, divina y pura que llegaste ser.
Otro puñal para mi corazón, otra vergüenza para mi ser, es esperar que todo se arregle para volver.
porque no tuve el valor, no tuve la convicción para quedarme.
¿Para luchar por algo tan hermoso? ¿Para que vivir por algo demacrado? algo que nosotros por inmadurez y poca inteligencia no pudimos valorar y en inversa destruimos sin clemencia.

Por ello me llamo cobarde, por ello no merezco tu perdon.

Lo siento mi bella doncella, pero no sé cómo solucionar lo que por siglos causamos en ti, no veo manera, no veo salida.
Lo que me parte el alma, lo que destruye mi ser es saber, que cuando todo termine, cuando todo este resuelto, abrirás tus puertas como en un principio para todos nosotros por igual.
Abrirás tus brazos y nos acogerás en tu seno benevolente como la primera vez.
Porque así eres, por qué tu amor no tiene limites, mi hermosa y deshojada Venezuela.
amor que no merecemos, tierra que nadie debió manchar, lugar sagrado, tierra bendita.
el paraíso en la tierra que está destinado a ser manchado por cobardes y avaros.
la Venezuela primaveral, la Venezuela desflorada, la tierra que fue de inmigrantes, ahora es tierra de inmigración, por que del polvo venimos y al polvo volvemos.
lo siento, mi eterna primavera, lo siento, mi eterna princesa, mi hermosa Venezuela.