Hoy traigo a ustedes un poema prestado que me encanta. espero les guste. si no lo quieren leer, escuche el audio.
¡¡¡¡Y VIVA MÉXICO!!!
Yo que no he hecho nada más que otro hombre,
Que nunca he tenido mayor privilegio que ser de esta tierra,
Quiero hoy desgarrar el silencio y tomar la palabra
y decirte patria que aun estando aquí, ¡de ti siento hambre!.
¡México!
Naciste del barro y te formaste en la selva
y corrió por tus venas sangre de venado;
y eran tus dioses antiguamente, un luna nueva
y un hambriento sol en lo alto alumbrando.
Brillaba la vida en un imperio fuerte
que de tus entrañas se alimentaba,
y empezaba a formarse tu místico nombre
entre la calzada y entre la chinampa.
Se levantaba excelsa y orgullosa
Una ciudad rica debido al tributo,
En el centro mismo del lago de luna
Donde entre las aguas crecía tu fruto.
¡México!
Fue tu amanecer solo dicha breve,
Un efímero remanso a tu somnolencia;
Fuera su duración una brisa leve,
Con gran testimonio de su existencia.
De mares lejanos vinieron extraños,
Traían sus barcas la espada y la cruz,
Pálida su piel y barbados sus rostros
Ojos de ambición y armaduras de luz.
El mito decía: “eran hijos del sol,
Del cielo venían, eran como dios,
Bajaron a tierra para devorarnos”.
¡Nace nueva era, muere viejo sol!
¡México!
Tu antiguo pueblo se cubre de duda,
Y en el gran imperio la vacilación
Surge entre las gentes como llamarada;
Desconfianza nace en el gran señor.
Muchos enemigos, viejos adversarios,
Grandes señoríos eran sus vasallos,
Pueblos sometidos por los mexicanos,
Sumarian así, miles de adversarios.
Nacen las alianzas, vive la ambición,
Brotan las querellas, surge la traición,
Y entre todas ellas la que más lastima
Es de una mujer: de Doña Marina.
¡México!
El señor Moctezuma Tenochtitlán ha abierto,
Y a los hijos del sol recibió como dioses.
¡Les dio a los extranjeros el imperio completo!
¡Hay de ti! ¡Tus primeros hijos ahora veras muertos!
Mediodía y media noche son horas de espíritu.
El sol hace una pausa a la mitad del día:
La luna se acongoja a mitad de la noche.
¡Los dioses presienten se acabo su vida!
Mediodía se vuelve la juventud del imperio,
Media noche se torna al llegar el extranjero,
Y los dioses agonizan en el viejo cielo
y se forma de sangre un anunciado rio nuevo.
Acecha en todas partes la sombra de la muerte,
Y a tu juventud creciente parece fascinarle.
¡Ya no hay salvación! ¡Escogieron la muerte!
Tus hijos guerreros ya van a buscarle.
Se ve al joven abuelo con ojos de tristeza,
Pues mira a su pueblo caer en desamparo,
Y en su lucha suicida no existe la esperanza
Ni el temor, ni el dolor, ¡el destino es marcado!
La sangre tiño de rojo las aguas,
El lago de Texcoco carmín so volvió,
Guerreros mexicas caen sobre piraguas,
La gran Tenochtitlán por fin se rindió.
Los dioses se han muerto, se acabo su tiempo,
Un imperio ha caído envuelto en cenizas,
¡Una nación con sangre da forma a su cuerpo!,
Sera el fruto del choque entre diferentes razas.
¡México!,
¡Estas desamparado!, ¡tus dioses se han perdido!,
¡Te han abandonado!, ¡te echan al exilio!,
Se ha iniciado tu historia con un pueblo perdido
y entre opresión y sangre surge tu ser mestizo.
I
Resurgiste como el fénix desde las cenizas,
Y a tu tierra; ¡un nuevo Dios llego, una nueva creación!
Nueva fuente que nutre las vidas ya perdidas,
¡Centro de la colonia lo es la religión!
¡Ho Quetzalcóatl, han caído tus templos!
Se derriban santuarios y se erigen iglesias,
Surgen grandes señores y ciervos como esclavos,
Inicia un tiempo oscuro que dura algunos cientos.
¡México!
Nativos de tu tierra vuelven a la esperanza.
¡Termino la orfandad debido a dioses muertos!
Ha traído el bautismo nuevo dios y nueva fe;
Han traído sus biblias, sus santos y sus miedos.
Un nuevo padre traen clavado en una cruz,
Con corona de espinas y le llaman Jesús.
Les da el catolicismo nuevos lazos al mundo,
Se va la incertidumbre y surge “tata” Dios,
¡México!
Murió la madre tierra violada y profanada,
Y surge entre la mescla una madre soñada.
“Virgen de Guadalupe”, así será llamada.
Será tu nueva reina de estrellas alumbrada.
La colonia te envuelve mi México querido.
Una madre le llora a los hijos perdidos,
El indio teme al diablo y a los dioses antiguos
Y tu pueblo se vuelve un constante quejido.
Una cruel pesadilla para mestizos e indios,
Por tres siglos perdura el callado servilismo;
Si derecho de nada; ni de ser ellos mismos.
Sin derecho a la tierra donde han nacido ellos.
¡México!
¡Un grito desesperado te dio tu independencia!
Que nació de la fe, cual antorcha encendida,
Y tuvo mayor eco que la razón o la conciencia,
Y al son de una campana se unió tu descendencia.
Al grito de Dolores comienza un nuevo canto,
Y al ritmo de llanto y gritos de esperanza
Vuelven a avanzar tus hijos a la lucha.
¡En busca de la libertad, en busca de tu alma!
Surgen de tu tierra a cada instante mártires,
Hombres miserables abnegados de nada
Que luchan por la tierra que aún les pertenece.
Que a cada paso brindan por su ideal… !la vida!
¡México!
Son tus caudillos sacerdotes humildes,
Líderes campesinos y oscuros capitanes
Sin tener idea clara de su obra de dioses.
Buscando libertad se vuelven inmortales.
¡México!
Se lleno tu voz de odio y verdad,
¡Muera el mal régimen, que vaya al infierno!
Tu voz es ahora grito que pide libertad.
¡Viva la virgen! ¡Muera el mal gobierno!
II
Diez años de lucha vives patria mía
Y la muerte va, segando la vida,
Mueren muchos héroes; surgen muchos más,
Surgen estandartes y muchas banderas
Que quieren tu estrecha cintura adornar.
Un abrazo en público, dos bravos guerreros,
Allá en Acatempan unirían sus ejércitos,
Creciendo la llama en dicha reunión
Con un nuevo lema: Independencia, religión y unión
¡México! se reconoce tu independencia
Tan anhelada en el tratado de Córdoba;
Y el último virrey reconoce tu esencia
Y llega Iturbide como emperador de la nueva patria.
México, en dolores se enciende la antorcha,
la fe y la conciencia, La luz y esperanza,
Y en Córdoba se funden y cortan cadenas,
Consuman las luchas, terminan las penas.
III
En tu territorio un tiempo de calma
Surge entre las gentes sedientas de paz.
Se dan sin aviso los pronunciamientos,
De todos aquellos que quieren mandar.
¡El poder tendrá aquel que alargue las manos!
Díaz se atreve y toma el poder,
Se convierte el héroe en señor de paz.
Suprime anarquía y también libertad,
Diciendo el sueño poder conciliar.
Pretende en quimera poder ajustar
A los mexicanos que quieren tomar
Las ideas de paz; y hacerlos estar,
En una falacia de buen gobernar.
Por más de treinta años toma el poder,
Dando rienda suelta a la dictadura;
Surge el progreso que busca la patria,
Más solo se da en la alta alcurnia.
Y allá en las haciendas, a los campesinos,
Los trata igual que animales o siervos,
¡Y a las tiendas de raya vive encadenado,
y se queda el patrón con todo el cultivo!
Las ideas se convierten ahora en mascaras
Que cubren la faz de una dictadura;
Y se esfuerza Días por creer sus mentiras,
Y en todo sentido siempre se simula.
¡México! te fundaste a ti mismo
en universalidades, ¡en vana utopía!
que ahogaron nuestro ser y alegría
y se convirtieron en armadura de acero.
De esa manera después de cien años
De lucha constante, de esfuerzos vanos,
Mas pobre que nunca se hallaba tu pueblo,
Sintiéndose en su creencias humillado.
No se puede más, explota tu ser,
Se ha revelado tu pueblo otra vez
¡La revolución!, ¡morir o vencer!,
¡Pero nunca ya dictadura otra vez!
Hermano a hermano durante veinte años
Se hicieron la guerra con machete y palos;
Por un hombre bueno que se hizo malo
Y que en el poder duro más de treinta años.
Se extiende el llamado por toda tu tierra.
¡Nació de tu suelo, de tu hombre labriego,
Del corazón sangrante del pueblo!
Haciéndose drama, dolor y desasosiego.
Campesinos y obreros se van a la lucha,
Se van pa´la bola, buscando mejoras.
Contra amo y cacique se va la disputa,
Y por más de diez años se dan las batallas.
¡Es la revolución un estallido de la verdad,
De la realidad! , la búsqueda a tientas
de la democracia y de la igualdad
como una exigencia que no espera mas.
Y surge Zapata cual mito viviente,
Que lleva esperanza e ideal ardiente.
Abrazado a la tierra de donde salió.
Hecho de paciencia, muerte y resurrección.
Surge la leyenda de Villa en el norte.
Se levanta el centauro con toda su gente
Y en ferrocarriles domina su frente,
Pa´ tomar Zacatecas que era plaza fuerte.
¡México tu revolución dio frutos
Surgiendo tu alma en constitución!,
Esto consolida nobles pensamientos
De hombres que lucharon con el corazón.
En el diecisiete de mil novecientos
Se imprime tu alma en un documento,
Concluyendo tiempos de revolución,
Y dando a tu gente mil nuevos alientos
De poder vivir en un país mejor…
¡México!
Eres un pasado que avanza tortuoso,
Siempre hacia adelante, a un futuro dudoso,
Dejando al presente tan lleno de signos,
Que tú misma gente no puede entenderlos…
Tú historia mi México hermoso,
Es búsqueda eterna que pueda expresarte,
Es eterno llanto, es dolor gozoso,
Es sonrisa nerviosa y mutismo inerte;
Es dolor de pobres y alegría de ricos,
Es nostalgia de ayeres y miedo al presente,
son mujeres y hombres siempre valerosos
Buscando una unión… eternamente.
- Autor: Caballo Negro. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2016 a las 00:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
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