Confundirse con las sombras
con aquellas imágenes luctuosas
que se encienden cuando cae la noche lúgubre y tardía
no es el imaginario para el principio.
El que besa en sus manos la tensión y el hastío
hoy viene a verte con cierta destreza para sortear miserias,
se aparta la luz del ánima y el sentir cálido de tus ojos,
tilila en aquel túnel.
No quisieras eternizar un ópalo sin luz,
pero estamos a la derecha de la madre
y darte a entender lo que quiero decir
no es lo que me importa,
total nadie quiere saber que piensa,
sino si mismo
tu mismo no le interesa a si mismo
y así… el mismo juego
de los que no se encuentran,
sigue armando sentidos presentidos.
Sólo por esta vez te lo explico:
La madre no es el padre que está a la derecha
o sea eres tú mujer, amante, pensante
acción de lucha en flujos, leche, sangre e histeria
un ópalo es estar en un encierro mágico,
en la oscuridad nadie te verá, nadie te ayudará
estas en el túnel, pero no hay luz al final,
estas enredada(o) en tus propios vacíos, desvaríos, certezas, deseos y ansiedades
un momento de torbellino mental por un algo que no esta,
no estará, se fue, no llegará.
un laberinto mental, con otro laberinto mental
Eso es enredarse más.
- Autor: Lugar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2010 a las 18:46
- Comentario del autor sobre el poema: Hay que enredarse hasta cierto punto no más, enredarse más es seductor, pero tambien peligroso.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 167
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