Oh, señor...
Piedad
y piedras para mí
Mi corazón sangra en sus ojos
y alimenta sus dedos:
Escriba en las socavadas entrañas de mi aflicción.
Mi prisión se reduce desde
que soy vida [a una etérea y acuciante distancia percibo su metal y su aliento]
Y muerte es mi prisión...
Piedad, piedras
y vida para mí, señor.
No más tretas
ni escondrijos labrados con placer.
Son severas mis culpas
y contradicciones;
Es severo mi caminar y
severa mi danza:
condeno las huellas y el destino
de mis pasos.
Piedad, piedras
y olvido para mi señor.
- Autor: Río Que flota ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2016 a las 15:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
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