Capital
Vieja capital,
Cuna de iracundos.
¿En qué momento te nos convertiste en una selva de cemento?
¿En donde quedo tu fantasiosa historia y la elegancia tenue de tus calles?
Me traes recuerdos, ¿sabes?
Candelaria la vieja y sus grandiosas hijas,
Hermosas casas que adornan tu esplendor.
¡Un momento!
El cielo se torna gris,
La luna ya no se ve en ningún costado,
Será que ya dejamos de soñar con tu estera?
O ya no esta esa belleza que reflejabas cuando vestíamos de trajes carmín a las 3 pm en la 93,
Ó en algún parque local.
Querida capital,
Cuna de iracundos
e inhóspito lugar para transeúntes de cuerdos pasos.
No te saben vivir, quien tu historia no la sienten
- Autor: Nat Arabella ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2016 a las 00:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 132
- Usuarios favoritos de este poema: Arendy Nazar
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