que el mar me limite, núnca me ha gustado,
pues he vivido a la orilla de sus olas;
con el tiempo eso me asustado,
pues me he sentido un poco a solas.
los lugares abiertos me fascinan,
pues no me siento limitado,
mis pies son felices si caminan,
más, si hay montañas a mi lado.
Que el mar es bello, no lo niego,
que tiene un encanto inigualable, tan bien es cierto,
pero al mar núnca he tenido apego,
como a las grandes planicies de un desierto.
De ves en cuando mirar el mar, para mi ya es bueno,
pero su límitar, no va conmigo,
por ello mi camino sigo,
a donde haya un árbol que sostenga el heno.
Me gusta que mi vista vuela,
con el vuelo semejante al viento,
me gusta desgastar mi suela,
y terminar mi camino polvoriento.
Autor:Bernardo Arzate
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2016 a las 01:37
- Comentario del autor sobre el poema: D ios me ha concedido el privilegio de vivir muy cerca del mar. Sin embargo siempre he sentido la sensación del límite que el mar impone. Prefiero los lugares abiertos que pueda caminar hasta donde mi vista alcanze.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 52
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