Hay un perfume que se expande
en la Virgen de la nube.
Hasta las aves del bosque
le trinan con advocación a la madre dulce.
Que reluce de lo más resplandeciente
a los videntes del valle.
En los jardines celestiales
le realzan en su corona bellas floraciones.
Y lúcida, en un paisaje de empíreos alelíes
extasían todos los colores.
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2016 a las 07:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 325
- Usuarios favoritos de este poema: Winda, Sophia Sea
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