LA PARÁBOLA DEL AMIGO VERDADERO

El maestro dictaba como era habitual su clase de vida ciudadana, cuando se acercó un alumno y le preguntó. Sr. maestro ¿Qué significa ser un amigo verdadero?

El maestro le respondió.

Un señor estaba muy preocupado por su situación económica a punto de ejecutarle la hipoteca de su casa, con problemas laborales por su bajo rendimiento que ponían en peligro su puesto en el trabajo, la relación con su esposa muy deteriorada con discusiones y peleas muy frecuentes aproximándose al divorcio.

Todo esto le generaba un cuadro depresivo, con jaquecas muy dolorosas que en varias ocasiones las tenía con el sueño despertándolo aumentando su depresión y angustia.

Un señor de buena posición económica le facilitó el dinero que adeudaba para levantar su hipoteca.

Otro señor, reconocido abogado, le ofreció su estudio jurídico para representarlo en el divorcio sin cobro de honorarios.

Un hombre de edad mediana, gerente de una fábrica con un cargo de responsabilidad, pidió tomar una licencia sin goce de sueldo corriendo el riesgo de su puesto y empezó a visitarlo diariamente acompañándolo en sus momentos más difíciles, le daba de comer, lo aseaba, conversaban de la situación, tratando que dominara su ira y revertir su abandono.

Con el tiempo fue mejorando sus jaquecas, reinició sus tareas laborales, la relación con su esposa más cordial anunciaba la reconciliación, despertando el amor olvidado.

¿Cuál de estas tres personas es el verdadero amigo? preguntó el maestro.

Los tres, contestó el alumno.

Sí, los tres ayudaron.

El primero con su aporte para salvar su casa, pero no le significó ningún sacrificio dada su sólida posición económica.

El segundo, prestigioso abogado, le daría seguridad para los trámites del divorcio pero era el trabajo de un cliente más sin demasiada incomodidad.

Pero el último le dio su tiempo, le significó pérdida de ingresos, le dio sus oídos para escucharlo, entenderlo y darle sostén, lo ayudó en lo esencial, convertirlo de un hombre perdido en un hombre sano totalmente recuperado.

Dio la vida por el amigo, le dio todo lo que tenía e incluso hasta lo que necesitaba para él.

Ese es el amigo verdadero.