Cae el final de la tarde, la ciudad se torna gris con toques dorados
Llega la brisa desde la montaña con su cantar alegre
Pasa un segundo y otro segundo, mis ojos no parpadean
Tragándome la tarde, bebiéndome el último rayo de luz
Te imagino a mi lado, tomada de mi mano.
Imagino la luz tenue iluminando tus ojos
Me hundo en el silencio y me arrulla el viento pasajero
Es tan corto el momento, tan profundo el silencio
Se va como la vida, se va esperando que vuelva a encontrarlo
Se va como te has ido, esperando que vuelva a encontrarte
Ocaso luminoso, ocaso misterioso, me muestras su rostro en tu penumbra
Deja que te atrape el último segundo
Déjame atraparte para siempre.
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