Extrañamente, a intervalos nos desconocemos
(o como extraños sin habernos conocido) nos miramos
Y desconfiamos de nuestras malas intenciones
Antes de actuarlas, fingimos por actos segmentados
¿Nos conocimos cuando nos conocíamos?
O cuando reconocíamos en otro
A uno en otro ¿cuál otro era el que miramos.
Cuál uno era el uno que observábamos
en lo observado?
La mirada, el engaño; el tema se trata
de orbitas circulando
fuera de sus sistemas
La verdad es que;
Conversamos, poco o nada
Y las cervezas que el calor corporal volatiza
O el vino al invierno escarlata
Produce cierta ansiedad, reflejada
En tu muslo trepidante
y tú la ves en mí silencio, en mí mirada
Nos juntamos a beber eso es cierto
(aquí somos todos amigos, ¡menos mal!
que lo somos /o lo hemos sido/)
Y si no nos burlamos no reímos
También es cierto, que la verdad es un mito
Y la última verdad es que; si no fuera por el poco
Amor que a destiempo liberamos, todo el resto sería
el infierno desatado
Si todo fue una farsa, el telón
Nos calló encima
- Sí
Nos entrecerró la boca muda
De un portazo, quebró las ventanas
Y de allí nos expulsó a la muerte-vida.
Aquí afuera hace frío, y mi celular iluminando
Mi cuerpo no entibia, ni suelta cariño
Me desconecto un rato y te miro
Amigo; ¿Qué tal fue tu día?
¿Qué ha sido de ti en tu vida?
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2016 a las 00:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: NCATRAM
Comentarios1
Tremendo cóctel...un saludo
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