Extraviada noche
de horas cansadas,
impronta de dolor,
en veloz marcha.
Alucinantes pasos
envueltos en pesadumbre.
Solo brilla el suplicio
aterrador de la ausencia
lejano arcoiris.
Conminado a la austera vida,
canto de juglar y laudes
en tono triste.
Apesadumbrado,
las ráfagas me paralizan
y quieto, me deshago,
desaparezco.
- Autor: chucho (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2016 a las 23:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
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