¡ah silencio antaño!
ahora vienes y me llevas
a tu inefable fortaleza
donde callo en la in-consciencia
de todos los que han callado, antes
de nuestra caída
(los registros fueron eliminados
la palabra clausurada, se repara
a si misma
este es nuestro único milagro y la única condena)
no hay ciencia que lo sepa cierta
pero aquí nos reunimos extrañados
cada cierto tiempo relativo, con linces
en los ojos y arañas en las manos
algo extraño!. Pero callamos
..las aves si pudieran jamás lo harían..
y tememos hablar perdido el habla
para siempre o el resto de los siempres
presentes que cargamos fuera del si mismo
o dentro del nosotros ficticio por la historia habitado
perjudicando todo el acto sobre quienes
se mueven bajo máscaras o engranajes
o comprender la razón del misterio
o peor aún fundir el apelmazado foco
desde el cráneo, de tanto haber pensado
lo que haya pasado por el paso censurado
de la sutura nacional, ahí te va un rectángulo vacío o un ente saturado
de blanco, el alma de los hombres es bloqueada de estimulaciones ecu
lubradas, encumbradas o culebras avivadas, palabras todas, sentido
sin el mismo. (como nosotros mismo) sin saciarnos jamás.
La boca del hombre; metafísico bozal, que no permite aún
su partida a los prometidos paraísos, seguimos juntando material
y la fatiga vence, las ideas se resienten resistidas, el hombre cae frente al punto
omega de partida. Yo me ire, ahora acostar. Y tú te quedas ahí
desde donde estás, desprovisto, mirándote las manos y pensando en esa hambre
de sueños o deseos nuevos, cosas para acompañar al camino, sepultar
al bloqueo, ex-cavar el olvido del hombre, de su fundamental aposento
socorrer al recuerdo inmemorial de lo vivido, lo intuído que se lleva dentro
no te quedes. Ahí pegado al cielo, conectado fuera del humano tiempo
expulsa, la visión del panorama, expulsa virgen la palabra, de los torrentes a los sueños.
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2016 a las 23:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu genial versar amigo Santiago
Un placer leer tus versos...
Abrazos de amistad...
El Hombre de la Rosa
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