A mi no me gustan sus pechos de mármol.
A mi no me gusta su cadera de engendrar.
A mi no me gusta ni sus labios de morder, ni su lenga de entender.
A mi no me gustan sus ojos, ni la hermosa forma en que me miran.
Lo que a mi me gusta de usted son sus clavículas, sus afiladas y fuertes claviculas, tan tajantes como su sonrisa, tan amenas como su pensar y tan suyas como para quedarme clavado por siempre en ellas.
- Autor: Scottmacias ( Offline)
- Publicado: 27 de septiembre de 2016 a las 03:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1473
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu genial versar amigo Scottmacias
Un placer leer tus versos...
Abrazos de amistad...
El Hombre de la Rosa
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