En uno de esos despliegues de los fatídicos pétalos de los relámpagos que hay en el corazón, de pronto en el flash de sus espontaneas rosas luminosas que preludian al trueno, toda la noche en mi pecho se ilumino. Dentro de mi inconsciencia estaba a sabiendas de lo que se deslumbro, de las figuras que el espectro del antesis del rayo descubrió Y sin más, cubrí mis ojos con mis manos en un infructuoso intento de no verle. Pasando a un lado mis fracasos, tolerando su existencia y esperando sobrevivir a la tormenta que estoy pasando, pasó el lucero del relámpago y entonces vino el rayo.
Aun con los ojos soñando me descubrí perplejo al trueno que se auto nombro Y me reprocho ser siego mas no sordo y en cara me prendió el fuego de su descenso cual ángel caído del alto cielo por la misma fuerza de la diestra de Dios.
El nombre que se dio a rugidos con todo el brillo de las estrellas de la constelación de leo ardió en mi cara y en mi pecho por cien días enteros, hasta que la ahora postrera lluvia pluvio. Quizás en mi auto medicada ceguera este la razón del monzón, el de mi auto flagelo al empeñarme el alma por un adelanto de la voluntad de los astros, por mi estudio y decodificación del movimiento del girasol Comiendo las semillas de este, arrancándole con las muelas el aceite que ha traído de los rayos y la areola del sol.
No es mi intención hiperbolizar el fuego de ese nombre al cual amo ardiendo en mi cuerpo, pero no mentiría si jurase que los campos enteros de girasoles voltearon todos a verme al caer en mi el rayo, y al ver en mi tu nombre escrito en fuego a plumas rojas arder en petaloides llamas convirtiéndome en candela penante y el palpitante beso que me dio es condenarme al fuego de no hallarte y florecer austral y austero y prisionero del fuego de la melena de leo.
- Autor: Alexander Jiménez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2016 a las 04:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
Comentarios1
No sé porque razon😊me recordé de los " caballeros del zodiaco". Saludos.
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