Yo soy la sombra de un silencio
que nace en el ocaso.
Pero miré a tus ojos,
bellos como gotas sobre
un pétalo aurora,
y me asusté.
Por ellos me deslicé
hasta el fondo de tu alma
y encontré nubes azotadas,
espadas flamígeras,
palabras destrozadas,
ergástulas tenebrosas,
voces enterradas
y un terrible lamento.
Y aunque fatigado,
agotado y sin hálito,
logré salir y
ahora solo intento olvidarlos.
- Autor: Samuel Santana ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2016 a las 13:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
Comentarios1
Muy bueno, menos mal que encontraste la salida.
Te dejo un abrazo...
No siempre hay armonìa entre la belleza y la paz. Gracias por pasar por aquì
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