Viniste a mí, así toda generosa,
así (como) desprendida
llegaste a mí, así toda fértil,
así con el corazón ya herido
viniste a mí, así, aquel día
lluvioso e intenso de abril,
¿recuerdas?
Entre los dos encendimos
la lumbre,
allá arriba en lo alto de
la cumbre;
Ok, lo siento, no se vale
la rima fácil.
Muchos momentos felices
vivimos juntos, así de felices
como felices están los árboles
que para el hombre pasan
desapercibidos.
Muchos días pasaron también
haciendo lo mismo, así contentos,
alegres, felices,
compaginándonos,
haciéndonos el amor, así
(como) entregándonos.
Y si después arribaron, vinieron,
se presentaron, aparecieron,
comparecieron, se personaron,
asistieron, llegaron, recalaron,
se descolgaron... malos tiempos
realmente no me acuerdo,
yo, aquí, inmerso, casi ahogado
en el inframundo de la soledad,
realmente no los recuerdo.
- Autor: luno ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2016 a las 06:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Cuando se anhelan esos tiempos felices, bonito poema.
Gracias
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