Sola vivo con el recuerdo de un amor pasado,
de un amor que un día me dijo que volvería,
sola y en silencio busco a ese ser amado,
aquel que un día el cielo me ofrecía.
Hoy de nuevo he vuelto a este incierto mar,
aquel que una tarde se llevó mi amor,
me dijo no tardo tan solo voy a navegar,
y desde aquel día vivo un gran dolor.
Una gaviota amiga se cruza en el horizonte,
y viene aquel amor a mi pensamiento,
yo no quise creerlo, me sentí tan inocente,
sé que se ha marchado, no guardo resentimiento.
Fue un amor intenso que va llegando al ocaso,
miro las olas llegar más no a mi navegante,
no quiero pensar que aquel amor fue un fracaso,
guárdame en tus sueños como tu amor o tu amante.
Y te seguiré esperando cada tarde,
así como espera la luna al caer el sol,
escucho tu nombre y mi cuerpo arde,
como aquella pasión llena en un crisol.
La tarde va llegando y trayendo también el frío,
las aves en su vuelo extienden su plumaje,
mis lágrimas se caen y mi rostro sombrío,
me dice no ha llegado, es largo aun su viaje.
- Autor: Federico Mendo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2016 a las 08:02
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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