un sol que brilla
en el techo,
una mano que acaricia
y calienta mi mejilla,
esa mano es tan grande
y delicada, que me dan ganas de agarrarla,
pero aun no puedo ver la cara
de esa mujer que me abraza
ya que mis lágrimas no paran,
solo tengo horas de vida
pero ya te digo, que a esa mujer
la amaré mas todos los días
ya que sino fuera por ella
yo no existiría, gracias por darme la vida
te amo madre querida.
- Autor: solamente 1 ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2016 a las 10:23
- Categoría: Familia
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: solamente 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.