El hombre termina creando las cosas que lo someten...
El tiempo, una línea que determina un fin, el medio necesario para definir un hecho.
Mecanismo creado para justificar el porqué, para qué, como qué...
Látigo salvaje y agitado
Coaccionados, maniatados por la hiper-información (aturdidos)
Obnubiliados por los azares, libres son conciencia que los fije
Andamos, manejamos -o nos manejan- conducimos a la boca del triturador
de ganas, esperanzas, de... sueños
Engañados por la ilusión del bloque de cristal, decidimos el resto de las horas
en crear novelas, de género ficción y escritas en simbolismos
Nos concibe la hora, el minuto, el segundo, el milisegundo, el capátaz de látigo
fantasma nos azota lo onírico, lo somático aparece, conduce a lo ilusorio
El charlatán de siempre nos "motiva" el oído, verborrea melífluo dibuja una sonrisa,
farsante e hipócrita
Y así seguimos, simplificados como la informática, como el ordenador.
Complejizados como la máquina
Sin perspectivas perdemos la meta, incapaces de levantarnos,
creyendo lo real como expresión inmediata
Pero ¿Qué hacer?
¿Sirve de algo pensar así?
¡Hacernos los locos, ó, ya estamos locos!
Ah rueda tan cruel a llegado el hombre moderno...
Wiston Llovera
Comentarios3
Muy buen poema amigo
Saludos
Gracias, siempre tan atenta.
Bellas letras
Un gusto saludarlo
Nélida
Gracias amiga Nélida. Saludos
Un mundo de oropel donde más lejanos estamos de este o de aquel cuando curiosamente hasta como duermen podemos saber, pero tan deshumanizado que nos importa menos que un arrugado papel. Curioso que entre más conectados, más lejanos, entre más inteligentes las máquinas más brutos los humanos. Buen poema, da mucho que pensar.
Gracias hermosa amiga. Saludos
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