Somos todos esclavos del calendario,
tanto en la vida como en la muerte,
no vemos que todo es cuestión de suerte,
sea en el registro civil o en el obituario.
Un soldado muere 10 minutos después del armisticio,
una mujer cuida de los heridos después de la batalla,
en el campo solo se ha sembrado mucha metralla,
lo más estéril es convertir la muerte en absurdo vicio.
El mundo tiene el mismo tamaño,
pero cada vez con más gente,
y todos aspiramos a vivir.
Unos buscan trabajo, otros un escaño,
triunfa el listo, pierde el inteligente,
pero nadie nace para sufrir.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 4 de octubre de 2016 a las 15:52
- Comentario del autor sobre el poema: En todas las grades civilizaciones, encontramos grandes mausoleos, tumbas anónimas, en las catedrales sepulcros reales, y arzobispales, en las misiones californianas, vemos las primeras tumbas de los primeros indios convertidos al catolicismo, he visitado muchos de estos lugares, movido por la curiosidad, y llego al final a convencerme, de que no hay gloria sin muerte, y que solo la muerte nos iguala.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: Peñafuente
Comentarios1
Muy cierto tu poema y el comentario estupendo. Me gustó mucho tu escrito.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.