El tiempo se detiene lento
como el sol despidiéndose
en llamas
mientras los árboles
como manos piadosas
lo sostienen en el horizonte.
Otro día que se agota
entre las sombras
otro día que me gana.
El tiempo pasa lento
como el agua
del remanso.
Quizá mi vida
se detiene cada vez más
en esos detalles
brumosos del envejecer
donde la vida se hace opaca
de infinitas rutinas
en días lentos.
Pero hay algo dentro mío
algún recuerdo intacto
de saberme enamorado
de tu mirada
y la mía cansada
de años
mientras siempre te veo
como aquel día
mirándome enamorada.
Se detuvo la vida
en aquel beso
un instante.
Ha pasado el tiempo
cada vez más lento
hasta que se detenga
esa vez sin nosotros.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2016 a las 08:36
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 191
- Usuarios favoritos de este poema: neosan, Inexistente
Comentarios1
¡Qué bueno!, pensar que hay razón para sentir que el tiempo pasa sin remedio y quedamos atrapados en su telaraña.
Un gusto leerte y saludarte con afecto.
Gracias querida amiga, la vejez no es solamente una mutación del aspecto, viendo la vida desde este punto, me parece que en compensación el alma va ganando en fresca sabiduría.
La explicación está en los ojos, a los veinte vemos al detalle, ahora solo vemos lo esencial..., como esos cuadros impresionistas.
Un abrazo
Esteban
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