Tu eres el sendero que socava
mis flores,
mujer piel de luna,
aurora tremenda,
cuerpo caliente,
idea momentánea.
El cabello plateado tiñe de luto
la ciudad y distorsiona la
cultura de la esperanza.
Yo que he sido cauto entre
atardeceres y atardeceres,
ingenioso como buitre constructor
de pueblos,
vi el fracaso galopando por entre
miradas ocultas y mañosas.
Hace poco se rompieron las
palabras con el lenguaje inmoral
y la lógica absurda y secundaria.
Pero tú,
que poco sabes del dolor de los
caimanes asesinados y desollados
entre olas muertas,
dijiste que eras rabiosa y amiga
del silencio làstimero y bruto.
A los líderes y guerreros rojos
los dejaste entrelazados en la
infelicidad de unas tumbas siderales.
Lleno de la totalidad de la ira,
atisbo mis arcabuces y elevo mi voz
frente a todas tus obras destempladas.
Empero aun así tú sigues siendo la sombra
y la pesadumbre de todos
los dolores del mundo.
- Autor: Samuel Santana ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2016 a las 14:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 109
- Usuarios favoritos de este poema: Ross4, Gaby041290, Rosalways
Comentarios1
Con toda sinceridad... Leo este poema e imagino que facílmente podría encontrarlo en un libro de algún famoso escritor.. el hilo del poema no se pierde ni por un segundo. Muy bien logrado.
Gracias por compartirlo Samuel.
Ross
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