**~Leyenda: El Jade del Jardín~**

Había una vez un jardín llamado “La Piedra Preciosa”. Y sí, era así, como lo llaman. Tenía rosas, claveles, orquídeas, pompones, tulipanes, margaritas, cruz de marta, y hasta un banco, había, donde se podía observar el jardín entero. El sol en ígneo color, le da trasfondo a lo que era renacer en cada flor, en cada lirio, por el delirio de dar calor y más luz. En cada sombra da color y más vida a la rosa, cuando le da el sol sonreía y se veía radiante y muy feliz. Un día el jardinero, llamado Tutti, cortó la rosa del jardín y en vez de ella había dejado en su lugar un jade de color verde. Una piedra preciosa, hermoso color, y hasta en su lugar un resplandor muy hermoso. La rosa le dejó en cambio su aroma, su fragancia, su olor a rosa y un brillo que deja a la imaginación entrar y pernoctar en el jardín. El jade del jardín, se llevó la admiración de todos por igual, en el banco, se sienta un viejito llamado Timofeo, y decide arrancar el jade de su lugar. Dice la leyenda que, Timofeo, le dolió la mano y que sintió una corriente enorme, electrizante y enérgica y que nunca nadie ha logrado arrancar el jade del jardín. El jardín, “La Piedra Preciosa”, es visitado por mucha gente del pueblo y gente cercana al pueblo de “Los Naranjos”. ¿Pero, por qué un jade de color verde y no un rubí de color rojo como la rosa que había cortado?, ¿por qué hace un resplandor tan hermoso como el brillo del sol?, ¿por qué se hizo en su lugar y no en otro lugar?, se pregunta a menudo Tutti. El jade del jardín como lo llaman todos en la zona, tenía hasta fanáticos de diversos países distintos. Venía la gente de diversos países a fotografiar al jade del jardín más hermoso, precioso y maravilloso del mundo entero. Incluso, se regó la voz en Europa y venían a visitarlo. Se dice en el pueblo que el que pudiera tocar el jade le da más salud y libertad, le da supremacía y poder. A ciencia cierta no se sabe, qué pudo haber hecho el jade en esa zona o quién lo pudo haber enterrado allí. Sólo, se dice que tenía un secreto y que nadie lo podía saber. El dueño del jardín era Don Ramonillo, el viejo más rico del pueblo “Los Naranjos”. Él, sí, sabía el secreto y lo tenía muy escondido y guardado. La leyenda cuenta, el que toca el jade tenía eternidad desde ultratumba. Don Ramonillo, que era un viejo muy astuto y audaz, no le dice a nadie el secreto. Nadie sabe del secreto. Por lo tanto, por eso es que él era así. Inteligente, viejo, rico y con eternidad duradera. Cada vez que él se sentía enfermo, iba y tocaba el jade del jardín. Se dice también que el secreto era que en el lugar del jardín, era una mina de tesoros, se encontraba piedras como gneis y piedras preciosas como el mármol, el rubí, y el jade entre otras piedras preciosas que los mineros excavaron allí, de manera que era muy rico el jardín, “La Piedra Preciosa”.