Las zapatillas rotas
El vestido desgarrado
Las manos con reumas
Todos los días tengo que caminar
Por lo menos una hora ó más
Hago siempre el mismo recorrido
Cerca de mi casa, está lo que fué el matadero
Es una casa pequeña
Con las ventanas y la puerta
Tapiadas y selladas
Cuando pasaba por allí, siempre veía muchos gatos
Unos cacharros con comida y otros con agua
Creía que era alguien del ayuntamiento
Que por compasión
Los cuidaba con pasión
Hasta que un día de insolación
Vi, la humana acción de una pobre
Anciana, que sin poder caminar bien
Todos los días le llevaba comida anónimamente
Estuve una semana
Sin poder caminar
Y cuando logré andar
No había comida, ni agua, ni gatos
Solo un ramo de rosas que alguien
Dejó, en ese lugar in memoriam
De la anciana, que la atropelló un coche.
- Autor: ramdres (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2016 a las 18:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Inexistente, El Silente Vagabundo
Comentarios1
Pintada la escena, como la anciana descrita hay muchas, tiernas llenas de cariño, bondad y compasión.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.