Tengo tus manos entre las mías
no atreves la mirada
en la faz tímidamente
amanece el arrebol
de un incipiente otoño.
El tiempo se detiene
en un silencio
del que no atrevemos salir
hasta que llevo esas manos a mis labios
entonces comienzas a mirarme
con ojos de mares.
Cuanto tiempo tardaste
me dijo muy despacio
tomando mis manos
en sus besos
cuantos días esperé
la emoción del regreso.
Y yo sumergido entre la pena
no pude perdonar mi destino
el camino urgente
esos días a descubrir
dejándote de amar.
El tiempo seguía detenido
hasta que se detuvieron también los besos
las lágrimas escamparon
y una sonrisa asomó como el mismo sol.
En un instante comprendí
que el tiempo nunca se detuvo
hasta supe del retorno vano
en el viaje del vivir
comprendí
que la vida comienza
en cada instante que pueda amarte.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2016 a las 09:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un hermoso poema amigo Esteban...
Un placer su lectura...
El Hombre de la Rosa
Gracias por tu generosidad.
Un abrazo
Esteban
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