Llegaste de un tiempo lejano, trayendo dulces emociones
Pidiendo permiso llenaste de ensueños y color la vida
La tuya, la mía, la nuestra... Oh! tan gran engaño!
Era solo un juego travieso de apuesta que hicieras contigo
Te salió barata y a mí me arruinaste, no jugaste limpio
Ganaste con trampas pues me enamoraste y cantando fuiste
A otras estaciones, con la misma nota y el mismo concierto
A ver si la vuelves a acertar de lleno en tu afán ingrato
Yo no te condeno, nada fue tu culpa
Fui yo quien te diera la ficha marcada
con la transparencia de mi corazón
ganaste tu apuesta, yo perdí los sueños
pero qué te llevas? nada más que eso:
mis sueños mal muertos y tu vaciedad.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.