Rosa que fue marchitada en primavera que desgasto su color, donde nadie amo su alma, donde no existió el amor, cansada de dar besos vacíos caricias sinsabor, perseguida como aquel cazador que solo saben exhibir su presa, queriendo escapar de este sufrimiento llegar a creer en la esperanza, que le devolvería nuevamente su sonrisa.
Acaso existe un caballero que no quiera arrancarle su vestimenta con tan solo una mirada, que tome su mano invitándole una copa en una hermosa velada, donde solo existan las estrellas, compartiendo solo palabras, sonriendo a la dicha hasta la madrugada, que la haga sentir una dama, curando sus heridas de una vida desgastada, que no se sientan su dueño y ser la mujer de sus sueños, sentir cada beso que recorrerá su cuerpo, regresándole la vida a un corazón que agoniza en brazos del ayer que la han hecho olvidar por errores su esencia de mujer…
Esa esencia donde una vez entrego su alma y solo disfrutaron su aroma, que quiso fundirse y ser como aquel arroyo que canta su melodía al anochecer, saber del dolor por demasiada ternura, ser herida por su propio conocimientos, y sangrar voluntariamente, hoy está en la esperar de encontrar respuestas, mientras ve caer sus pétalos marchitos, mirando cómo van perdió su color aquella hermosa rosa que nadie cultivo, ahora solo ve su rostro frente al espejo, reflejando sus ojos apagados, tratando de encontrar los recuerdos desgastados de aquella flor que un día fue, hoy tan solo quedan las espinas que se han adherido en su alma y en su ser…
- Autor: Reyshell (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2016 a las 16:32
- Comentario del autor sobre el poema: No dejes que el destino me empuje, no dejes que manos sucias me toquen, más mi cuerpo es un templo donde quise sembrar mi alma pura en esencia de ternura, más los caminos de mi vida los he caminado a oscuras hoy muero en silencio triste por la vida, triste por el amor, perfumes costosos, labiales sin brillo, vestimenta de etiqueta y un alma manchada por cazadores sin vergüenza, que solo buscan el placer en cuerpos que deambulan y respiran por respirar, rosa que se marchita ¿donde dejaste tu aroma? ...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: José Santos, Reyshell Mendez, Eco del alma
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