Desata la cadena, quiebra
la rueda embestida, agita
que titilan el rumbo, los señores
astros redundantes
en lo inmenso
en lo oscuro
asolaban los temores:
el verso; tórrido cuerpo secular
desprende mielificada sangre, evade tiempo
el ritmo sobrevuela circulando libre
espera, en los dispares confines disipado
Han liberado el horizonte a destajo
destapado las cuadricula(da)s esferas
del espanto esperanzado, somos ambos
uno libres, señalan excelsos amor
que manos partidas se extienden
a lo larga de duros siglos expirados
hombre umbrío y alterno sirviente
¿tus orillas desgastaron?
uno dentro del otro, cabizbajo
otro, fuera mismo mencionado
taponea ahora la represa
del tiempo agujereado ciclo
como un queso lunático, el flujo
de un nosotros, se escapa aficionado
tan actual como tu esfuerzo
alicaído en la estructura
las herramientas palpitando
es mantener, tu sabia fortuna
la superficie, te llega desde el estómago
sin atravesar la vista, como espadas
en llamas poéticas, esa es ventura
de hierro y profética indeterminada
es la imagen que desatará, rupturas
siempre habrá una, nueva división de los sub-tiempos
es el segundo de revelación, hora y día (el orígen)
dirá este momento, y habré olvidado mi nombre
y la pregunta de aquello, cuando no soy siendo
o soy no siendo, uno con los muertos
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2016 a las 00:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
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