Plácido lugar de espíritus,
allí parece posarse el Dios eterno
en totumas verdes de la tierra.
Tórrido suelo en humedad,
lenta nubosidad en invierno,
tus ojos de fuego la calcina.
En brasas silentes, despiadadas,
conviertes las nubes grises
en corazón púrpura.
- Autor: chucho (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2016 a las 08:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.