Sabes se parece a ti
la soledad con qué te engaño.
En mis días grises
los cigarrillos son oxígeno,
el alcohol mí llanto
y las drogas el pasaporte a tu recuerdo.
Ahogado estoy en tu nombre,
en el mar de tu ojo izquierdo,
en el universo del derecho,
en lo frágil de tu figura
y lo diminuto de tú alma.
Ella la soledad pide atención,
pero lo único que puedo hacer esta en mi pecho,
es el recuerdo y el imaginar el latir de tu corazón
está en la imagen de los movimientos lentos de tu cuerpo
y en lo increíble de tú bella sonrisa.
Estoy exiliado en el mundo de mi folio,
que se llena de palabras,
que evocan tu nombre.
La guirnalda de mi primavera,
el copo de nieve de mi invierno,
y el corazón desojado de mi otoño,
que está sangrando por no tener un verano
ni la mujer por la que vive ahogado.
Comentarios1
Bello poema. Un impredecible ensimismamiento del sentir que se siente.
"La guirnalda de mi primavera,"
Así se queda en la espera colgado los sueños entre la humedad que las palabras la llenan de abrojos!!!
Me ha gustado su versar.
Saludos!
Ella tan elegante en su primavera. Saludos amiga.
Lamento mucho, siento como que no le gusto mi comentario. Disculpe, si es así, me retiro y borro el mismo. El cual con cortesía solo me inspiré
Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.