La sangre me hierve,
al ver tanta sangre,
tanto desorden,
exceso de muerte.
Balazos por la calle,
otro amigo no responde,
sus familiares lloran
lágrimas qué arden.
El griterío de la muchedumbre,
retumba al ver al herido,
al ver al hermano,
desangrado, lento muriendo.
La calle se paraliza,
el mundo gira,
las armas reclaman
la inocente vida.
Será acto de bien o del mal,
la muerte fría del hombre animal,
matar por matar, o lo hará con un final.
La tristeza siempre termina inundando el lugar.
Se escucha el sonido del silencio,
después de recoger al muerto,
de analizar y saber su nombre,
conocer el paradero de aquél hombre.
La única especie en el mundo conocido,
que con sus fechoría mata al amigo,
acaba con su raza, sin pensar en el futuro,
para él cualquier es amenaza.
En la calle, en el desierto, en el invierno,
en la ciudad, en el poblado, en otoño,
en el campo, en el espacio, en primavera,
en el cielo, en la montaña, en verano,
en cualquier lugar y momento se encuentra
un humano esperando matar a su igual.
- Autor: ErC ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2016 a las 20:42
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Lady Necro
Comentarios1
No le dedico mucho tiempo a esta pagina, pero agradezco a verme dado una vuelta , ya que he leído tu esplendido poema.. Critica social... Tus renglones literarios llenos de cruda y fuerte realidad...
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