Nada ha quedado después de la tormenta
Solo quedan escombros por doquier
Y ya en fondo, donde nadie se atreviese
A prestar atención hay una pequeña flor
Que gobernaba todo el escenario azorado.
El azul de aquella flor pareciera robado
Del mismísimo cielo, no cabía duda que era hermosa,
Hermosura sobrenatural cual estampa de un portal,
Y me acerque en silencio, asechando
Como animal en sigilo presto a su caza,
No importaba la prisa, dejaba que mis ojos fuesen
Poco a poco deleitándose con aquel asombro
Del que mira por primera vez algo nuevo,
Allí estaba, aparentaba delicadez, mas fue
La única en permanecer en pie,
Allí extasiado la contemplaba,
Orgullosa después de semejante holocaustro,
Y quise llevarla donde siempre estuviera para mí,
Donde nadie me robara sus encantos,
Donde nadie tuviera el osado atrevimiento
De deshojar uno a uno sus bellos pétalo
Color azul celestial…
Y una mañana fue mi desconsuelo
Ya no lucia hermosa y radiante,
Pareciera que su alma ajada y desmejorada
Ya no me diera lo que mi pobre corazón ansiaba,
Por más que quise abonar sus raíces
Ella ya no respondía a mis cuidados,
Afanosa y rebelde no me dejaba
Intuir los caprichos de mis intentos vanos,
La fui perdiendo sin poder remediar nada,
Una mañana con la intención de prestarle luz
A sus descoloridos pétalos la deje en el marco
De mi ventana,
Y cuál fue mi asombroso
Que un día cualquiera alguien me robo su amor…
Autor:WCELOGAN
- Autor: WCELOGAN (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2010 a las 20:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 197
- Usuarios favoritos de este poema: CHARLES RIVERS
Comentarios3
excelente poema.
cuidate hermano.
aunque de final triste rescato lo bellode tus lineas
te felicito
abrazo grande
MUY BUENOTU POEMA .SALUDOS . SERGIO FERNANDO
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