Se adormece el día cuando el sol se oculta
y tu cara de niño me desarma.
Porque a esa hora me miras a los ojos,
una práctica que ya va quedando ociosa y algo cruel.
Tu rostro de niño en cuerpo de hombre,
mi sentir, y esos ojos, fijos en mis ojos.
Se adormece el día, adormécete, niño, con él.
A la misma hora, cuando el sol se esconde,
un ritual fantástico de rabia y pavor
se va repitiendo de día en día
se va repitiendo trayendo temblor.
Y todas las veces te digo lo mismo:
- El sol ya se esconde, la noche encalló.
Todo lo que tengo es solo el retrato
de tus ojos fijos sobre mi dolor.
Si tu eterna ausencia no tiene retorno:
Duérmete, mi niño, duérmete, mi amor.
- Autor: Laura Gimenez ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2016 a las 21:25
- Categoría: Triste
- Lecturas: 26
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