Una blanca paloma
se envalentona
y con su pechuga
empuja a una tortuga
que la ignora.
¿Qué te pasa campeona?
no seas tan indiscreta
tu malestar ahorra,
date la vuelta
y no olvides jamás
que eres símbolo de paz,
¡déjame quieta!
.
¿Acaso la tortuga no merece
con su mensaje veraz
ser considerada a veces
también símbolo de paz?
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2016 a las 11:02
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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