Tarde camino solitario
este asfalto
adoquín de sobresaltos.
Las sombras desperezan su letargo
tras el maullido recurrente
en los tejados.
Resume la tristeza y su agonía
un tranvía que arrastra imaginarios.
¡Vidrieras opalinas!
¡Orejeras en mi diario!
La luna, corona de alegrías,
oculta entre nubes sus estaños.
Las sombras al redoble de mis pasos,
marcha negra, tinto amargo.
Y con ellas se alimentan otros diarios.
El reloj de un gallo lastimero
anuncia un nuevo día y sus espantos.
- Autor: Racsonando (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2016 a las 11:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Jesús Lantigua, anbel, Alberto Escobar, racsonando
Comentarios4
Amigo no tenia el gusto de leerte, me gusta el color de tu inspiración poética
Un abrazo y seas bienvenido.
Gracias caballero. Es de agradecer a esta comunidad de "Poemas del Alma" su acogida. Descubro en cada palabra, poema, comentario o saludo un gran gesto de amistad y respeto. ¡Gracias a todos con sus voces y por los silencios, todos respetables!. Espero retribuirles en mis emociones de escritura sus pasos entre los pasos de mis primeras letras.
Un abrazo, Hector Adolfo.
Bienvenido amigo a este recinto de poesía.
Que buen poema nos compartes hoy. Felicitaciones me ha encantado.
Un gran saludo.
Gracias, tus palabras tienen el encanto y el poder de tus poemas.
¡Un abrazo!
Por lo que muestras en este poema, tienes excelentes dotes de poeta. El lenguaje es muy rico en imágenes y se muestra una gran coherencia en el discurso. Felicitaciones. Abrazos.
El paso inexorable del reloj jalona incesante el devenir desenlace. Abrazos.
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