El aire ardiente que respiro
dolor de tu forajido recuerdo
en las horas ante la muerte
nos unimos en un elemento
todo es fuego
Parpadea el chispazo del ente
en la habitación de las conjunciones
de lo hondo que proviene nuestro nombre
por la fauce de la noche somos devueltos
todo es fuego
Suspiro, brasas en tu cuerpo
no te asustes, del moribundo ocaso altivo
la maldición del mañana disperso
al teñir la aurora de su flagelo
tu captura violenta prevalece
todo es fuego
Todo es fuego en el valle de tu espalda
todo es fuego las palabras que componen
todo es fuego en la huida, del deber y sueño
Todo incendio de tu mirada provino
Taño el cáliz de rosa uva, en ti mi cielo
abierta de par en par tus venas, disgrega
nuestro incorregible territorial, deseo
Todo es repitencia, todo es fuego
Todo es fuego, sumergido en tus olas
todo es fuego, en los milenarios deshielos
todo es fuego, en la catacumba deslumbradora
Toda ceniza; toda mujer y hombre también fue fuego
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 27 de octubre de 2016 a las 23:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: maria1314
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