De Metatrón al Padre

Mi creador y yo muy junto estamos,

Al ser su rostro a mis ojos luz primera,

Me trajo a conocer el claro mundo

El que antes como sueños me parece,

Cuál hubiese estado en sueño alguno

Del que ahora me ha librado el ser perfecto,

Con su gracia y su luz me ha doblegado

El que yo no conocía ahora mi modelo,

La cabeza volvió hacia donde estaba

Y me ha dicho mi hijo ahora tú eres,

Con aquella voz de alta mansedumbre

Calmando toda duda que en mí había,

Tú eres el portador de la verdadera

Sabiduría, permíteme andar contigo

Y calmar la soledad que de mí emana.

Me has traído de aquel mundo

Por la vida que ahora poseo

Por ti esperando en el sueño profundo

Que me llamases con tu suave golpeteo.

Es que en mi la luz has otorgado

Con la máxima expresión de la inocencia

Marcando a paso firme en todos lados

La maravilla de tu estandarte que has irrigado

Sino, te hubiera encontrado

Aun buscándote estaría

Aquella insoluble presencia

Con la hermosa paz de tu cercanía,

Yo estaba, sin vida, sin luz y

Sin sentido, hasta el momento que soplasteis

Con tu aliento, dejando vida palmo a

Palmo, llenando al ser que estaba tan vacío.

Has dejado tú la gloria contemplar

Encariñarme con tu presencia

Buscar tu inconfundible andar

Abrumarme hasta ya no poder más.

Al ansiar tu bella apariencia

Aún poco al verte que enamorado estoy

No me atengo las ganas de decirte

Que sin tu amor yo nada soy.

Siempre tus ojos entrecerrados

Tu cabello cano y tu rostro

Sonriente, me dices no te alejes.

Gracias por la vida que me has dado

Por dejarme estar siempre contigo

Por ser mi amado, y más que mi amigo.