Quisiera ser alas
para volar
llegar a tu fuente y abrevar
cristalinas aguas
que olviden la sed del camino.
Quisiera revolotear tus jardines
juntar los néctares
de las más hermosas flores
y ofrecértelos, en un pequeño
muy pequeño, capullo de amapola.
Cuando tuvieses, en tus manos
mi regalo, cantaría los trinos
solo escuchados en el paraíso
del que nadie pudo regresar.
Me buscarás en vano
ansiosa, en tus oídos
aún sonarán los trinos
pero solo encontrarás
una pluma clavada
en la espina del rosal.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2016 a las 09:28
- Categoría: Amor
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, la cuerva
Comentarios1
Preciosos versos, sublimes anhelos.
Un gusto, un placer leerte poeta.
Sutil pluma con que expresas nobles sentimientos.
Un abrazo de mi parte
Kavi
Gracias amigo, en la generosidad de tus palabras, está el mérito de la interpretación del enamorado.
Un abrazo fraterno.
Esteban
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