El aire pesa y entre habanos tus caderas contonéas.
Un viejo piano, entre acordes te recuerda,
sus cabellos, lo profundo de sus ojos y su fuerza.
Te tragas la sal, que baja por tu garganta y
te armas de entereza.
Te piden esa canción, las naúseas te desesperan,
pues era suya tu voz y hoy,
solo es del sudor del dueño ,
de la moneda.
Tu cuerpo al mejor postor,
en un frío callejón, con un gato por testigo,
ciego y también malherido,
junto al que, lloras después.
Sobre el tejado los dos, abrazados a la noche,
viendo caer las estrellas.
- Autor: Lolaila ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2016 a las 16:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, Dante Cruz Velez, El Silente Vagabundo, Eben79
Comentarios5
Un precioso poema.
"el cuerpo al mejor postor", triste y cruel realidad" Plenitud de sentimientos en tu versar.
Un abrazo enorme de mi parte
Kavi
Gracias Kavi!
Un abrazo.
Viendo las paredes de la vida con profundas fuerzas....positivas o negativas...es un placer haber leído su gentil verso...
SALUDOS CORDIALES
Gracias Dante!
Saludos.
Un verdadero gusto pasar por tu poema. Felicitaciones.
Un abrazo.
Ruben.
Gracias Rubén!
Un abrazo.
¡Un saludo y gusto de poema! Cuando se logra con el tinte de las palabras provocar la fugacidad de nuestros pensamientos, allí está el poema.
Gracias por tus letras.
Una dura realidad, cruel diría yo pero existe y lo describes muy bien en este poema. Gusto en leerte, saludos
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