Entonces mire el más claro amanecer, algo con lo que no contaba, ni esperaba.
La noche acaba y un brillo de sol se asomaba por la ventana, ¡era un Nuevo día!
Que me decía: Sigue adelante, sigue pie, no te detengas
El contraste será diferente, siempre y cuando tú lo quieras.
¡Sigue! con la fe desmoronada pero la esperanza que no muera,
¿Porque si muere eso entonces que nos queda?
Si somos corderos al acecho de lobos esperando un bocado de su presa,
Una simple aguja en un pajar del que todos somos piezas,
Pero he aquí donde se crea la fortaleza portable,
Vivo en una fortaleza de ideas que se vuelven textos que nadie nota pero yo los hago notables.
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Autor:
Miguel A. Gomez (Seudónimo) ( Offline)
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Publicado:
3 de noviembre de 2016 a las 02:24
- Categoría: Reflexión
- Lecturas:
55
- Usuarios favoritos de este poema: Eben79
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