Era una mañana soleada
Yo la miraba fijamente
Ella solo sonreia
Se levanto de su asiento
Mientras ella susurro al aire
Yo solamente la observaba
Esta vez no, esta vez no
La vi directo a los ojos
Y le dije : Tu y Yo
Tenemos una cita
Ella nuevamente sonrió
Mientras su boca enmudecida
No sabía que decir
Nuevamente le dije
Te espero o nos perdemos
Ella se decido y acepto
La cita nuevamente era aceptada
El tiempo se detuvo
Mientras yo le susurraba a su boca
Ella me abrazaba con sus fuerzas
Un beso en el cuello basto
Para dejar grabado aquel recuerdo
Una mordida en los labios
Para recordar lo ocurrido
Mientras los gemidos
Eran nuestros mejores amigos
En silencio cantaba su mirada, mientras me abrazaba
Su mano y mi mano caminaron
Al lugar inapropiado
Al cual antes no había entrado
Las horas pasaron
Y los recuerdos quedaron
Cómo tatuajes en la piel marcados.
- Autor: Sr. Hector (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de noviembre de 2016 a las 21:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: Nancy Hernandez
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