En una tarde bella de abril, te conocí por primera vez,
el embrujo de tu belleza… Me hacia sentir enamorado,
tu aroma me cautivaba, llegabas a mi vida,
como un hermoso regalo… Lo malo sería que,
sin abrirlo, siquiera te perdí.
Me sentí como un ser… Abandonado en el desierto,
cansado de tanto caminar, sin fuerzas,
de poco andar… Sediento de sed,
tras el desasosiego, veía un lago a lo lejos,
resultando ser un espejismo… Así fuiste tú.
Llegaste a mí, como estrella fugaz,
donde apenas logre alcanzar y ver su belleza,
y de la nada se perdió en el firmamento,
ya no me queda nada de ti, tan solo vaga por mi mente,
esa hermosa tarde de abril.
© Derechos de autor reservados.
- Autor: Orlando Silva (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de noviembre de 2016 a las 14:42
- Categoría: Amor
- Lecturas: 92
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios2
Un amor fugaz que dejó su estela en tu ser. Lo has plasmado maravillosamente en estas letras.
Un placer leerte amigo y poeta del alma.
Un abrazo y feliz fin de semana
Kavi
Hermano y Amigo Kavi, gracias por tu visita y hermosa opinión, Dios te bendiga y un cordial saludo Amigo, Feliz fin de semana..
Un gran poema poeta escribes muy bello saludos
Mi buen Amigo gracias por visitar mi humilde poema, un honor tenerte aquí, Gracias por opinión y que Dios te bendiga un cordial saludo desde Venezuela.
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