En silencio

Las palabras que se ocultan inherentes en sonrisas, intercambios silenciosos que nos hacen perder la prisa. Tensa calma que me embriaga, tu dulzura me intimida, y me pienso si merezco tanta miel para mis labios. Cuando exhalas y tu aliento, poco a poco se mezcla con el viento, me recuerda el mezclar nuestras almas al entrelazar nuestros dedos. Yo no sé qué pensar, ni qué hacer, cuando al contemplarte buscando expresar sentimientos inefables, me quedo abruptamente en silencio, pues ahora es tu sonrisa el mural que decora las paredes de mi pensamiento. En medio de mis cavilaciones, disperso y vacilante, abnegado y contemplativo, me dirijo poco a poco a la belleza que me ofrece lo desconocido, apreciando lo suntuoso que acompaña la simpleza de lo natural y genuino. Toda tú me inspira, así, transparente y sin máscara, reflejándome en tus ojos te conozco más, me conozco más.