Yo que me muevo, sobre el mundo ahora
y soy amigo de quien es mi amigo
tendré mañana tierra por abrigo
donde el gusano sepulcral labora.
Iré a la tumba; dormiré en la sombra;
serán mis labios para siempre mudos;
mis huesos luego quedarán desnudos
mis pies ya nunca pisaran la alfombra.
Mi corazón carecerá de aliento,
mi sangre entonces quedara en reposo
y ya sin dicha, sin dolor ni gozo,
de miles larvas yo seré alimento.
Iré a dormir en el eterno sueño
que la fatiga del vivir nos deja;
iré a ese lecho donde no hay queja
por el dolor que nos arranca empeño.
Será la calma mi mejor amiga;
mi alcoba fría como el mismo hielo
tendrá por luz el enlutado velo
de un árbol viejo que a mi pecho abriga.
Será el silencio para mi un tatuaje;
mis labios mudos besarán la tierra
y en el oscuro pabellón que encierra
mis fríos restos, dormirá el paisaje.
- Autor: carloszuluagazuluaga ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2016 a las 11:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: FABIO BOHORQUEZ RODRIGUEZ, racsonando
Comentarios2
Carlos:
La triste verdad hecha poema.
Excelente.
Un abrazo.
gracias fabio.
Un excelente poema, con un ritmico y melodioso canto para nuestro sueño más profundo.
Abrazos compatriotra.
gracias amigo racsonando, un abrazo y saludos
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