Se fue cantando bajito,
por laberintos de otoño...
Y en sus ojos farolitos,
se alumbró en un alboroto,
el tiempo a ratos bonitos,
guitarra y plaza de toros…
Protocolos de su mente,
como misterios de un cosmos,
resucitaron su gente;
su primavera, y en coro…
se fue escuchando las voces,
de mocedad… de recodos…
Se fue como todo artista,
dejando huella en nosotros!
Y su cantar hoy es brisa,
su versación ya sin rostro;
palabras sabias… precisas…
¡Hoy son sustento y aplomo!
Se fue con su paz encinta,
todo cariño y decoro.
Con el cofre de la vida,
colmado en luz y tesoros…
¡Si algo en la tierra es valioso!
saberse amado por todos…
Se fue y no debo llorarle,
pues en su fe vuelve pronto…
Pero sí voy a extrañarle,
¡Como el azar frente al logro!
¿Cuánto dolerá ésta ausencia?
A cada cual, a su modo…
- Autor: J. J. Bucar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de noviembre de 2016 a las 18:27
- Comentario del autor sobre el poema: A mi tío Saúl, un ser especial, distinto, siempre iluminada su respuesta, siempre preciso su consejo, una Hombre espiritual, ¡Naturalmente espiritual! Un artista, un bohemio, con esa voz fuerte, sonora, inolvidable; con ese toque de Guitarra… Tantas historias, tantas anécdotas, tanto ejemplo, tanta fe! Le llamaba Tío, pero hay personas que van más allá de un vínculo… Para todos hubo tiempo, para todos hubo apoyo, para todos hubo un Padre, para todos hubo amor… Aquí unos pocos versos, los que venciendo el peso de la nostalgia logré escribir…
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
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