Sucumbir ...

Volví a matar a otro hombre, lo volví hacer, no lo conocía pero lo mate igual, volví a matar a otro hombre rompiendo con mi promesa de no volver a lastimar a nadie mas, no lo conocía pero sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, si señor, lo mate por la espalda, cobarde y traicionero por mi parte, pero sus actos no eran algo bueno , las estrellas saben porque lo hice, la luna estaba ausente aquella noche fría, pero él conocía bien ese bosque, y yo debía terminar con la desdicha de esa joven, la golpeaba brutalmente y la amenazaba con un arma blanca, al estar amordazada ella sólo lloraba, yo no estaba ahí por casualidad, no señor, era cómplice, si señor, y algo en su mirada me hizo mirar al cielo lleno de vergüenza , y vi las estrellas todas reunidas sufriendo la agonía de esa pobre chica, tome un fierro que tenia para hacer pecharías y le rompí la cabeza y ya tendido en el suelo acabe con su vida, volví a matar a otro hombre, y en la plena oscuridad un cuchillo se clava por mi espalda una y otra vez, y otra vez más, caigo al piso y sólo escucho sus pisadas quebrajeando las ramas del suelo, corriendo hacia su libertad, volteó a ver las estrellas pero ya se habían apagado, mate a otro hombre, como me mate a mi mismo al aceptar la locura que estaba por realizar, sonrió desangrándome y suspiró en la agonía final.

Walter Leandro Conte