Una noche más

Estoy en la ventana sentada en una silla cómoda, al lado está mi amigo fiel, ¡Lucas!

En la mesa que está cerca de mí tengo un libro, una libreta y una taza de café caliente.

El viento empuja la ventana y con su fuerza logra abrirla, me quedo mirando..., y observo la lluvia que cae en esta noche  fría.

Es una tempestad fuerte, pero disfruto sentir el viento.

Me caen gotas de agua cristalina en las manos, sorbo un poco.

¡Es deliciosa el agua natural!

Las palmeras se mueven de un lado a otro, las veraneras caen al suelo.

Se ven hermosas…

Me encantaría que estuvieras aquí, a mi lado, dándome besos apasionados,

calentando mi cuerpo, estar abrazados sintiendo el agua y el viento en esta hermosa noche.

¡Ay, mi amor!

Solo te pido una noche más, prometo que desataré mis miedos, las angustias que he tenido.

En esa noche te demostraré el amor que he guardado en mi corazón y no quería sacarlo.

Sólo te pido una noche más para poder contar, admirar cada cicatriz y cada lunar que tiene tu cuerpo.

En esa noche te besaré centímetro a centímetro, desde los pies hasta llegar a sus labios sabor a miel.

¡Una noche más!

Así podré descubrir las partes más sensibles que tiene tu cuerpo; y esa piel canela que con solo mirarla, me despierta sensaciones de placer.

¡Dame una noche más!

Será la mejor noche que te hayan dado, cantaré de alegría, te diré versos de amor, te haré reír y descubrirás mi más sincero amor.

Esa noche nos amaremos bajo las sábanas blancas, escuchando la lluvia caer; dormiremos  desnudos y sentirás mi calor; mientras las gotas de lluvia danzantes siguen cayendo, miraremos las veraneras  y sentiremos el frío de la noche…

Todo en esta noche fría de noviembre, donde mi mascota y mi soledad están junto a mí, llegarás para llenarme de amor y sentir el deseo.

¡Por ti daría mi mejor noche!

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